El otro día mi hermana decía, mira que sois pesados, publicando todo el día fotos de atardeceres y amaneceres si aún no habéis empezado a volar. ¿Por qué tanta foto? ¿No podríais esperaros a empezar?

Me dio que pensar, no os voy a engañar. En el post anterior os comentábamos cómo van nuestros avances burocráticos con la administración. No es fácil, no os voy a engañar, pero tal y como os comentaba, todo es por vuestra seguridad. En cuanto a esto, comentaros que esta semana entrante ya vamos a pedir la matrícula provisional de la que hablábamos y en Junio estaremos surcando las nubes.

Y, mientras tanto, ¿Qué hacemos?

¿Publicar fotos románticas? Sí y no. Sí porque sí las publicamos y es verdad que de vez en cuando nos embarga una cierta melancolía que yo achaco a las ganas de tener el globo listo. No, porque, aunque mi hermana piense lo contrario, hay un gran trabajo detrás de cada vuelo que estamos adelantando día a día. Los que nos seguís sabéis porque publicamos esas fotos de puestas de sol y amaneceres conquenses (que, todo hay que decirlo, son de una belleza singular, ojo). Los publicamos porque son los momentos en los que se puede volar y, por tanto, son los momentos en los que nos acercamos a estudiar las localizaciones.

¿Que qué es lo que estudiamos? Un poco de todo. En primer lugar, revisamos las cartas aéreas para ver los lugares donde existen restricciones de vuelo. Todo esto viene bien delimitado en las cartas aeronáuticas; por ejemplo, una zona LEP sería una Zona Prohibida. Las zonas prohibidas son lugares estratégicos como por ejemplo las centrales nucleares, el palacio real, etc. Igualmente, tenemos espacios catalogados como Peligrosos (LED) que suelen ser zonas de practicas militares, Restringidos (LER) como el parque natural de Doñana, o Zonas de fauna sensible que vienen marcadas con la letra F.

Una vez delimitadas las zonas no limitadas

Revisamos la orografía. Es fundamental que el globo tenga lugares óptimos de despegue (esto es bastante fácil), pero también de aterrizaje. Esto ya es más complicado porque aquí intervienen las corrientes de viento. Acordaros que el globo no tiene timón. Un ejemplo, no se puede aterrizar el globo en mitad de una montaña. Si tenemos un lugar montañoso con vientos predominantes a zonas escarpadas tendremos que descartar la región.

Los vientos son fundamentales. Conocerlos y familiarizarse con ellos. Si bien son cambiantes a lo largo del día y del año hay regiones en la que no solo tienen nombres curiosos sino que son bastante recurrentes. Los que viven en el valle del Ebro conocen bien el Cierzo, igual que la gente del Estrecho de Gibraltar conoce el Levante. Un dato; tan mala puede ser una región con vientos especialmente fuertes como una región sin vientos. Imaginad que despegáramos de la Plaza Mayor de Cuenca y no hubiera una gota de viento; ¡Tendríamos que aterrizar en la Catedral! Afortunadamente eso no puede ocurrir pero nos da una idea de la importancia que tiene analizar este factor y contar con un buen piloto.

Las localizaciones deben enamorarnos

Por último, y no menos importante, las localizaciones deben enamorarnos. ¿De que nos sirve volar por un lugar óptimo en todos los factores si no nos encanta? En eso tenemos suerte; desde la Mancha hasta la Sierra pasando por la Alcarria, Cuenca cuenta con localizaciones únicas e irrepetibles que nos encandilan rápido.

¿Será por eso que nos la pasamos el día entero colgando fotos?

¡Vuela con nosotros!

Quieres sobrevolar Cuenca Ciudad Patrimonio de la Humanidad, o impresionantes localizaciones dentro de la Provincia, como el Parque arqueológico de Segóbriga, el Castillo de Belmonte o el Monasterio de Uclés entre otros...