Estos últimos días no he podido ir al globo. Hace poco me cai (algunos ya sabeis donde y como) y se me salio el hombro. Menuda sensación desagradable… El caso es que me toca guardar reposo tres semanas. Tres semanas que volaran Sergio, Marisa y Javi con vosotros. Y mientras reposo una idea me viene a la cabeza insistentemente; la vida da muchas vueltas, muchas.
Las ciudades pequeñas como nuestra querida Cuenca fueron de las más afectadas por la crisis
Con la crisis muchos españoles tuvieron que emigrar al extranjero. Yo me fui antes, mucho antes. La crisis me pilló viviendo en medio de África. Las ciudades pequeñas, como nuestra querida Cuenca, fueron de las más afectadas por estos movimientos migratorios. Nada nuevo bajo el sol. El conquense lleva en su ADN el sentido de la marcha; cuando llega a los dieciocho años se hacen dos grupos, los que se van y los que se quedan y de alguna forma los que se van generan una sensación de ruptura que arrastraran toda la vida; la “Saudade” la llaman los portugueses. En nuestro idioma no existe la traducción. Es una suerte de melancolía profunda que se acentúa más aun cuando nos toca salir de España.
Hoy vamos a hablar de conquenses por Africa, anécdotas y vidas de aquellos pasajeros que por unas o por otras razones acabaron viviendo o vivirán allí parte de sus vidas. Es un continente que amas o repudias; no existe el término medio. Os aseguro que no existen cielos estrellados como aquellos o amaneceres como los que uno ve en medio de la sabana.
Los recuerdos que generamos durante aquellos días los tenemos guardados a fuego
Marisa, mi mujer, conoce África muy bien. La conocí estando allí, en uno de los viajes que hice a España para matar la “Saudade” y le he contado mil millones de veces las mismas anécdotas. Tuve la suerte de compartir casi tres semanas con ella en el continente y vivimos aventuras que algún día compartiremos con vosotros. Os puedo decir que los recuerdos que generamos durante aquellos días los tenemos guardados a fuego en nuestra historia particular.
MICROHISTORIA 4. UN REGALO DE BODAS EXCEPCIONAL.
El titulo de esta Microhistoria no lo he escrito yo. Es el título de la opinión que Juan Vicente colgó en TripAdvisor para hablar de su viaje en globo con nosotros.
Juan Vicente vino a volar en globo con Maricarmen, su mujer. Se casaron hace dos meses. El paseo en globo fue un regalo de Jose Antonio y Lucia, hermano y cuñada de Juan Vicente. Ellos sabían que les iba a encantar su regalo. Primero porque él es de Casasimarro, un pueblo de Cuenca y adora su capital y segundo porque a esta pareja les encanta vivir aventuras.
El paseo en globo fue un regalo de su hermano y su cuñada

El paseo en globo fue un regalo excepcional
De aventuras Juan Vicente sabe mucho. Es ingeniero agrónomo y se pasó casi 7 años viviendo en Angola. Trabajando en un proyecto de rehabilitación nacional del país. Para los que no lo sepáis Angola estuvo más de 40 años de guerra, primero en contra de los portugueses para independizarse y después en una guerra civil de aquellas que se organizaban durante la guerra fría; comunistas versus capitalistas. Luchaban unos y morían otros, el pueblo angolano. El país quedó completamente destruido y lleno de minas antipersonales por todas partes. Y allí se fue Juan Vicente, hasta un pueblo a más de 4 horas de la capital (ni siquiera había carretera asfaltada para llegar), a rehabilitar una hacienda destruida durante la guerra. Se fue solo. A vivir la aventura de su vida y a aportar su conocimiento en tierras lejanas. Y vaya si lo hizo; ¡siete años!

Construcciones tradicionales en medio de África
Yo no vi cómo fue su vuelo en globo por Cuenca porque me quedé en casa por mi lesión, pero me contaron que fue espectacular. Pasaron primero por la hoz del Huecar y después por encima del casco antiguo. Salieron todos encantados. A la hora del desayuno Juan Vicente les habló de África. Y es que los que hemos vivido allí hemos generado una suerte de pertenencia rara. De alguna manera sentimos que una parte de nosotros creció y germinó en ese país y también se quedó allí. Es por ello que nos cuesta no hablar de aquello y compartirlo.
Me contaron que su vuelo en globo por Cuenca fue espectacular
Entre anécdotas del vuelo, anécdotas de Cuenca y momentos de vidas anteriores los pasajeros terminaron un día que también se les quedará grabado en la memoria. A ellos y a nosotros.
MICROHISTORIA 5 CUANDO EL DESTINO TE BUSCA, TE ENCUENTRA
Eso lo saben bien Nacho y Marta. Vinieron a volar en globo por Cuenca con nosotros en uno de los vuelos más curiosos que hemos hecho nunca. Por muchas razones que os hemos ido contando en diversas ocasiones. Su vuelo en globo fue muy bonito, pasaron por mitad de la plaza mayor y nos regalaron unas fotografías excepcionales.

Así fue su vuelo en globo por Cuenca
Su vuelo en globo fue muy bonito, pasaron por mitad de la plaza mayor
Ellos nacieron en Cuenca y se conocen desde que tienen 2 o 3 años porque vivieron en el mismo barrio. Cuando llegó el momento fueron de aquellos que decidieron tratar de abrirse paso fuera de Cuenca, en este caso en Madrid. Marcharon cada uno por su lado, sin volver a verse y sin saber el uno del otro. Él decidió hacer fisioterapia y ella medicina. Y así paso el tiempo, cada uno viviendo su vida hasta que un día se encontraron en medio de Madrid; en medio de Madrid sí. ¡Y es que estaban viviendo en el mismo barrio! ¿Alguien puede imaginar las probabilidades de que ocurra algo como esto? La vida es así, si el destino te busca…

Cuando el destino te busca…
Marta, como casi todos los médicos, ha aguantado tantos años de carrera y de prácticas gracias a su fuerza de voluntad y a una vocación que es inquebrantable. Y, como muchos otros, ahora quiere ir un tiempo a África. En este caso a Ghana y Mozambique. Con una ONG. A salvar vidas. Sí, salvar vidas. Y es conquense, como nosotros. Aun no sabe que algo crecerá allí dentro de ella y que algo de ella se quedará para siempre en aquellos lugares.
Lo vimos mientras comentábamos su vuelo en globo
La única parte que les cuesta a Nacho y Marta es la de separarse, porque desde que volvieron a unir sus destinos saben que caminarán juntos. Eso se nota. Lo vimos todos mientras comentábamos como había ido su vuelo en globo durante el brindis con champagne. Fue otro día inolvidable. Otras vidas que se cruzaron con las nuestras y que acabaron formando parte de la historia de este globo.
MICROHISTORIA 6. EN MEDIO DE LA NADA.
Permitidme formar parte de estas micro-historias. Ahora que estoy de baja me encuentro especialmente melancólico. Quizás sea porque no puedo acompañar al globo en sus aventuras.
Quizás esté melancólico por no poder acompañar al vuelo en sus aventuras
Ya os he dicho que yo también viví en África, casi ocho años. En Luanda, la capital de Angola. Desde allí recorrí casi todos los rincones de un país maravilloso que cambio mi forma de ver la vida para siempre. No sería el más indicado para contaros como es la cultura africana porque hay cosas que de alguna forma se entienden con los sentidos y no con la razón. Allí la razón pierde el sentido.
Una de las anécdotas que siempre cuento ocurrió uno de los primeros viajes que hice fuera de la capital. Poneros en situación. En aquellos tiempos viajábamos con un teléfono satelital por carreteras sin asfaltar en lugares donde muchas veces era difícil comunicarse en portugués con los pueblos locales. En un país que no entendíamos y sin poder comprar cosas pequeñas en tiendas que no existían. En aquel tiempo además podías pasar más de 500 kilómetros de ruta sin encontrar gasolina porque había escasez en el suministro. Salir era una aventura. Una auténtica aventura. Y allí estábamos mis amigos y yo, montados en tres todo terrenos camino de cualquier sitio en medio de la nada. Y allí, en Cambambe, en un hotel colonial que había sobrevivido a los bombarderos de la guerra, en medio de la más absoluta nada, conocimos a un tipo de un pueblo de Cuenca. Había venido a trabajar a aquella zona solo. Yo no salía de mi asombro. Un tipo tranquilo, despreocupado, en medio de aquella nada y encima era de mi tierra. ¡Que no digan que no somos duros los conquenses!
En medio de la más absoluta nada conocimos a un tipo de Cuenca

La mitad de los viajes por Angola se hacían en caminos sin asfaltar
Me fui de allí pensando que sería de aquel hombre los meses venideros. Si se volvería a España como tantos otros o aguantaría. Y aguantó, vaya si aguantó. Meses después volví a pasar por allí y doy fe que es de las personas que mejor se adaptó a aquello que conozco. Tenía un trato excepcional con la gente del lugar y era querido y respetado por todos. Y es que los conquenses somos así, llevamos la adaptación en nuestro ADN, de serie.

Celebrando con la gente del lugar que habíamos conseguido sacar el coche del barro. Un clásico.
Marisa, que ha escuchado tantas veces mis anécdotas, cuando vio a Juan Vicente comentar su vida en el desayuno se quedó estupefacta. Enseguida ató los cabos y me envió su foto. Yo estaba en casa, de baja, tal y como os he contado. No me lo podía creer; aquel conquense que había conocido en medio de la nada había venido a volar con nosotros en nuestro globo. Definitivamente la vida da muchas vueltas. Muchas.
CONCLUSION
Juan Vicente y yo llevábamos sin saber el uno del otro más de cinco años. La última vez que nos vimos fue el día de la Hispanidad en la fiesta que hace la embajada de España para todos los que vivimos fuera de nuestro país. En aquel momento ambos teníamos ya parte de nuestro interior enterrado en algún lugar en medio de la sabana y estábamos curtidos en viajes y anécdotas imposibles.
Y el globo, Cuenca, nos volvió a unir. Lo más curiosos es que él vive ahora en Albacete y vino sólo a volar así que no pudimos rematar la historia con una cerveza que seguro nos tomaremos.
Y el globo, Cuenca, nos volvió a unir
Así son nuestras historias, las vuestras. Así es la historia de este globo, la de nuestra ciudad. Vidas que se entretejen unas con otras, de locales y foráneos, de viajeros y de gente que nunca viajó para conformar lo que hoy conocemos como Cuenca.
Nuestra tierra.
¡Vuela con nosotros!
Quieres sobrevolar Cuenca Ciudad Patrimonio de la Humanidad, o impresionantes localizaciones dentro de la Provincia, como el Parque arqueológico de Segóbriga, el Castillo de Belmonte o el Monasterio de Uclés entre otros...
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