Fotografía Agueda Lucas
Poco a poco vamos haciendo la historia en A vista de globo. Historia con vosotros, por supuesto. Historia que va unida irremisiblemente a la historia de nuestra ciudad. Cada día vivimos nuevas aventuras que compartimos con vosotros en las redes y que un día escribiremos a modo de entradas cortas en nuestro blog; aterrizajes en medio de arboles, tripulaciones que cargaron la cesta en medio de piedras, historias familiares entrañables o regalos románticos de personas que anhelan volver algún día a la tierra que les vio nacer. Son vuestras historias, vividas en y desde nuestro globo. Son vuestras y nuestras porque también empiezan a formar parte de nuestro ADN.

Fotografía Agueda Lucas
Y entre historia e historia se repiten varias cosas casi todos los vuelos. Una de ellas es la fascinación que tiene ver Cuenca desde el cielo. Da igual de donde seas, donde hayas nacido, sólo tienes que saber admirar la belleza en su más pura esencia. Primero la belleza natural de la hoz del Huecar y después las casas imposibles que tachonan los cortados que escoltan la parte antigua de Cuenca. Una oda a la lucha del hombre contra aquello que otros dicen que es imposible; os suena, ¿verdad? Es un espectáculo arquitectónico realizado por conquenses como nosotros, en vidas pasadas, que nos susurran al oído si sabemos escuchar. Con siglos de distancia, pero con preocupaciones más parecidas a las que tenemos hoy en día de lo que creemos. Es parte de nuestro patrimonio, el mismo que dejaremos entre todos con nuestros videos y fotos desde el aire. Todos separados en el tiempo pero unidos por un lugar, una Cuenca única donde es muy difícil pensar que no existe la magia y por una idea; no dejar que nadie nos diga que algo es imposible, no permitir que nos prohíban soñar.

Fotografía Agueda Lucas
Y entre historia e historia muchos nos preguntan si volamos todo el año. Sí, claro que sí. Y más aquí que Cuenca se transforma estación a estación; primero en Verano con sus colores amarillos de pastos secos. Después en Otoño, con sus suelos alfombrados por hojas caducas de colores de óxido para pasar al manto blanco del invierno cuando toca. Y toca, siempre acaba tocando. La nieve año sí, año no, nos acaba acompañando para enseñarnos que todo es efímero. Después, resurgiendo de la nada van apareciendo poco a poco las flores de la primavera y todo recupera un color increíble. Vuelve el ciclo de la vida. Desde el globo se podrán ver las crías de los corzos, los jabatos… la explosión de la naturaleza que nos acompaña. Porque Cuenca no es una Cuenca, son muchas y la única cosa que las une es la admiración que tenemos por ella.

Fotografía Agueda Lucas
Y entre historia e historia muchos nos decís que quereis volar durante todas las estaciones; que hay que verlo, que no llega con un vuelo, que la historia todavía está por escribir… aun más.
Para ellos, para estos incondicionales hemos sacado el “Bono de las cuatro estaciones” un billete especial rebajado que te permitirá volar las cuatro estaciones a un precio excepcional.
Ojo, para todos aquellos que ya hayais volado, pero queráis sumaros a este BONO, os haremos el descuento de aquello que pagarais en el vuelo que realizasteis.
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Información para volar el 30 de septiembre, cuatro personas
Hola Pilar, tras conversación telefónica le enviamos a su correo toda la información para formalizar la reserva de vuelo en globo por Cuenca.